El salón es rectangular, amplio (70 m2), y anexo a él hay una cocina equipada totalmente (a gas), y un baño. Cuenta con dos sofás, sillas de madera, mesas, etc. Hay cámara frigorífica. Y para calentar en invierno chimenea con puerta de cristal.
Es de decoración rústica, como las casas de campo manchegas de toda la vida.